Las menores trabas burocráticas, un dólar más accesible, entre otras cuestiones, impulsaron a las importaciones
Durante el primer trimestre del año, las importaciones alcanzaron el 32% del PBI, el nivel más alto elevado en más de un siglo, según un informe de Argendata. Dentro de los motivos que explican el fenómeno se encuentra la mayor apertura comercial, un dólar más accesible y la recuperación económica del país.
Este nivel de importaciones no se ve hace más de 120 años, superando picos históricos como 1913 (28%) y 1929 (22%), aunque se mantiene por debajo del récord de 1889-1890, cuando llegaron a casi el 50% del PBI.
Este incremento resalta una combinación de factores estructurales y coyunturales que han transformado el comercio exterior nacional.
Los motivos por los que crecen las importaciones
El primer motivo que identifica el informe es la mayor apertura comercial. La menor regulaciones y la baja generalizada en los aranceles facilitaron el ingreso de bienes del exterior.
Medidas concretas como la eliminación del impuesto PAIS y la simplificación de trámites aduaneros redujeron las barreras al comercio, incentivando la importación de bienes. Por ejemplo, la liberación de la importación de autopartes también fomenta a la importación de vehículos.
El segundo motivo es el dólar más accesible. La apreciación cambiaria del peso y un tipo de cambio favorable disminuyeron los precios de los productos importados, haciendo que bienes de consumo como electrodomésticos (+198,6% interanual), vehículos (+101,6%), alimentos y bebidas (+86,7%) y prendas de vestir y calzado (+75,3%) sean más accesibles, si se mide en dólares.
A su vez, el turismo al exterior, que es contabilizado como importación, alcanzó niveles récord, impulsado por el menor costo relativo de viajar. Por último, la reactivación económica.
La recuperación económica, que inició en la segunda mitad de 2024, aumentó la demanda de insumos, repuestos y bienes de consumo importados. De hecho, según BBVA Research, el PBI argentino creció un 3,9% en el último trimestre de 2024 y se proyecta un crecimiento del 5,5% para 2025, impulsado por el consumo y la inversión privada.
Este dinamismo económico lleva a las empresas a importar una cantidad mayor para sostener la producción y a los consumidores a demandar bienes importados, amplificando el efecto.
Esta proyección sugieren que las importaciones seguirán siendo un componente fundamental de la economía argentina, en especial en sectores como la agroindustria y la energía, que lideran la recuperación.