Si bien, de momento, la importación de manzanas representa un poco más de 1% del mercado argentino, el crecimiento fue exponencial.
En el primer semestre del año, Argentina registró un nuevo récord en la importación de manzanas, ya que ingresaron más de 1.550 toneladas al país. Con estas cifras, se habla de un crecimiento interanual del 130% y un 70% si se la relaciona con el promedio semestral de los últimos años (2020 a 2024).
Sin embargo, es importante aclarar que, pese al masivo crecimiento en las importaciones en términos porcentuales, en valores absolutos se lo considera marginal en comparación a la comercialización del mercado interno.
Importación de manzanas: el impacto en el mercado local
Las primeras estadísticas del año resaltan que, en lo que va del año, se vendieron aproximadamente 120.000 toneladas. Por lo tanto, las importaciones apenas representan un poco más del 1% del total de la oferta interna.
Es decir, a pesar de que las cifras muestran un dinamismo creciente en las compras externas, el impacto en la góndola nacional es casi nulo. La recepción de los distintos actores de la economía fue variada.
Mientras algunos lo ven como algo coyuntural y sin impacto real, otros se han preocupado debido a la competitividad que está ganando el mercado exterior con el valor actual del dólar.
Evolución de las importaciones
Al observar la evolución de las importaciones mes a mes hay un importante cambio. En 2023 y 2024 no hubo ingresos de manzana en los meses de enero y febrero.
En este 2025, las importaciones comenzaron a registrarse a principios de año. No obstante, a pesar de que el volumen de este semestre supera al de cualquier otro de los últimos diez años, el comportamiento de la oferta local no se ha visto alterado.
Es decir, de momento, las góndolas siguen abasteciéndose mayoritariamente con producción nacional, y, en este mercado, los consumidores siguen optando por las manzanas locales, tanto por disponibilidad como por precio.
En pocas palabras, el récord de importaciones de manzanas en el primer semestre de 2025 no tiene que interpretarse como un cambio de paradigma en el abastecimiento del mercado interno.