Importar un auto

3 cuestiones fundamentales que deben tener en cuenta las personas que importen un auto por cuenta propia

La normativa publicada por el Gobierno autoriza a los usuarios a importar de forma directa un auto. Trámites, impedimentos y garantía son algunos de los ejes a tener en cuenta.

La nueva forma de homologar autos en Argentina ya se encuentra en vigencia. Esta busca facilitarle a los fabricantes e importadores la nacionalización de forma casi directa los modelos que tengan certificaciones internacionales.

Esto, en paralelo, generó un mayor interés en los consumidores que buscan importar un auto de forma particular.

Según de si es un vehículo que ya se comercializa en el mercado argentino o si se trata de un modelo que no importa ninguna marca oficialmente, una persona debe utilizar la homologación ya existente conocida como Licencia de Configuración de Modelo (LCM) o realizar una verificación técnica específica que tiene la denominación de Certificado de Seguridad Vial (CSV), respectivamente.

Al momento de su publicación, tenía que esperar a la reglamentación técnica que ya entró en vigencia. La norma establecía que “se podrá gestionar el CSV ante la autoridad correspondiente. Aquellos vehículos que cuenten con dicho certificado se encuentran aptos para tramitar su inscripción inicial en la Dirección Nacional de los Registros Nacionales de la Propiedad Automotor y Créditos Prendarios (DNRPAyCP) y circular en la vía pública. Dichos vehículos deberán cumplir con los requisitos ambientales (LCA) que determine la Autoridad de Aplicación en la materia”.

Homologación del auto

La homologación del auto o vehículo es una cuestión fundamental a la hora de importar por cuenta propia de forma simple. En ese punto cabe mencionar que la reglamentación actual no especifica ningún tipo de restricción con respecto a los países de origen de los vehículos. 

Cabe recordar que la nacionalización es un trámite independiente de la habilitación para su uso en la vía pública, por lo tanto, se encuentra permitido que se importen desde Brasil, Chile, Uruguay, Paraguay y Bolivia, los países limítrofes desde los cuales se podría traer un vehículo sin necesidad de hacerlo por vía marítima.

A su vez, la LCM de un modelo se puede usar para vehículos de cualquier procedencia siempre que los primeros 8 dígitos del VIN coincidan, debido a que, si eso no ocurre, se trataría de un auto que no se encuentra homologado

De esta forma, al no ser necesaria la presencial del auto para darlo de alta en el DNRPA, el usuario puede hacer el trámite y, cuando tiene la patente, viajar al país limítrofe en el que compró el vehículo, colocarla e ingresar al país por la frontera.

Por el contrario, si un auto no tiene la LCM homologada en Argentina y debe tramitar un CSV, al tratarse de una verificación técnica individual, el vehículo se tiene que presentar físicamente en la dependencia que tenga a su cargo esa inspección. Por lo tanto, deberá ingresar al país por medio de un transporte, ya que no contará con la habilitación para circular por la vía pública.

El proceder de un vehículo que no pasa la verificación para obtener el CSV

Esto aplica a un auto que no se vende en el país y que una persona decide importar, como una unidad aislada para su uso personal. En estos casos, la persona que hace el trámite debe asegurarse que el vehículo y su especificación se vende y puede circular por la vía pública en países que cuentan con estándares internacionales.

De esta forma, cuando el automóvil llegue al país y se traslade sin rodar por sus propios medios para obtener el Certificado de Seguridad Vehicular (CSV), podrá psar la verificación técnica que lo habilitará para usarse en las calles y rutas argentinas.

No obstante, en el caso de un auto que no cumpla los requisitos para obtener el CSV, el mismo no se podrá patentar y liberarse a la vía pública. Por lo tanto, se podrá usar en lugares cerrados como un predio privado o un autódromo, pero no en la vía pública.

Qué sucede con la garantía de un auto importado con una LCM

Se trata de uno de los apartados más sensibles para los intereses de las personas que buscan importar un vehículo por su cuenta. De momento, las automotrices se encuentran estudiando el caso. 

Como tal se puede mencionar que hay dos ideas: por un lado, respaldar un vehículo comprado en otro país y preservar la “imagen” de la marca, o no dar garantía debido a que no fue importado por la empresa como representante oficial en el país.

No obstante, de otorgar la cobertura, es probable que las marcas sí exijan que se realicen los servicios de mantenimiento oficiales en la red de concesionarias de cada automotriz para poder acceder a la garantía del fabricante, de la misma forma que ocurre con los autos importados y comercializados por las filiales locales.

Por último, en el caso de los modelos que no se venden oficialmente en el mercado argentino, dependiendo del tipo de vehículo y su uso, puede pasar que el importador oficial para ventas locales no cuente con lo necesario para hacer los servicios de mantenimiento, y por lo tanto no pueda responder a la garantía. En ese caso, tanto una cosa como la otra deberían llevarse a cabo en otro lugar como, por ejemplo, un país limítrofe.

en_USEnglish