Maquinaria usada

La flexibilización en la importación de maquinaria usada es una realidad

A partir de ahora, con las nuevas medidas implementadas, las personas que decidan importar maquinaria usada podrán hacerlo de forma simple.

Recientemente, el Gobierno nacional eliminó la medida que solicitaba el Certificado de Importación de Bienes Usados (CIBU) para ingresar equipamiento y maquinaria usada al país.

Asimismo, suprimieron las prohibiciones existentes para la importación de distintos bienes como, por ejemplo, los relativos a la industria petrolera (máquinas para la extracción de petróleo y gas). Otros bienes son las cortadoras industriales, los moldes de matricería (usados en la industria automotriz) y maquinaria para la industria gráfica, entre otras.

Los cambios en la importación de maquinaria usada en Argentina

A partir de este momento, quienes necesiten importar bienes usados podrán hacerlo de forma automática, sin tener que realizar algún trámite adicional.

De hecho, en esta línea, Federico Sturzenneger, ministro de Desregulación y Transformación del estado, detalló que el CIBU era un trámite absurdo que conllevaba meses, donde el productor, en lugar de concentrarse en su labor, debía realizar largos trámites o pagar más caro.

Además, recordó que, en algunos casos, la importación se encontraba directamente prohibida y, al no existir producción local de ese bien, algunas actividades eran inviables.

“Los países crecen si hacen cosas razonables. No permitir que sus trabajadores accedan a máquinas y equipos a menor precio es, sencillamente, cruel. No puedo concebir una política con un efecto más pernicioso para el salario real de los trabajadores argentinos”, recalcó.

Cómo era en el pasado el trámite para importar bienes usados 

Antes de la implementación de esta medida, era necesario contar con el mencionado CIBU. Además, este solo era autorizado si no existían fabricantes locales de bienes similares, por lo que se trataba de una prohibición económica e iba en contra del Decreto presidencial 70/2023.

Este último marcaba que no se podían establecer prohibiciones o cupos a las importaciones por fundamentos o motivos económicos.

Al respecto, Sturzenegger resaltó que este salto cualitativo para tener más capital y mejores salarios fue el producto del trabajo de muchas personas y le demandó al Gobierno 8 meses de trabajo.

En este sentido recordó que el trabajo arrancó cuando habilitó su correo para que le escriban. “Resultó evidente que el problema se replicaba en muchísimas consultas. Decenas de emprendedores y pymes que querían importar máquinas y el régimen no se los permitía”, concluyó Sturzenegger.

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